La importancia de la caza en la conservación del medio.
La importancia de la caza en la conservación del medio.
En los albores del siglo XXI, la caza, con casi un millón y medio de practicantes, goza de una salud inquebrantable en España. A pesar de la oposición de diversos grupos pseudoecologistas,la actividad cinegética emerge como uno de los principales bastiones en la conservación de la naturaleza del próximo milenio. Y es que el gremio cazador es el más interesado, si quiere seguir practicando su deporte, en que no se degraden los ecosistemas y desaparezcan las especies. Buen ejemplo de ello ha quedado patente en el compromiso de los cazadores españoles, a través de la Federación Española de Caza, para paliar las enfermedades víricas que afectan al conejo de monte (mixomatosis y neumonía hemorrágico vírica) mediante la creación vacuna recombinante ecológica.

La caza actual, en esencia, no ha variado en demasía desde sus orígenes. Modalidades, especies y armas han cambiado, lógicamente, a lo largo de años, centurias y milenios, pero, en definitiva, el concepto sigue siendo el mismo. Por eso, y teniendo en cuenta el gran desarrollo técnico a favor del venador en nuestros días, es necesario propugnar una caza ética y auténtica que se aleje de la tan temida "cinegética a la carta".

La pertenencia de España a la Unión Europea ha enmarcado nuestro deporte en una esfera supranacional dependiente de las decisiones aprobadas en Bruselas. Pero esta nueva realidad no sólo queda reducida a la Red Natura 2000 o a la Directiva "aves", ya que permite acercarnos al resto del colectivo cazador europeo para conocer sus inquietudes y problemas, como es el caso actual de la prohibición en el Reino Unido de la tradicional caza del zorro. Así pues, la caza en nuestro país, con una progresiva recuperación de las especies de menor y una clara expansión de las de mayor, tiene asegurado su futuro si se mantienen las constantes presentes: adecuada gestión y aprovechamiento responsable.
En los albores del siglo XXI, la caza, con casi un millón y medio de practicantes, goza de una salud inquebrantable en España. A pesar de la oposición de diversos grupos pseudoecologistas,la actividad cinegética emerge como uno de los principales bastiones en la conservación de la naturaleza del próximo milenio. Y es que el gremio cazador es el más interesado, si quiere seguir practicando su deporte, en que no se degraden los ecosistemas y desaparezcan las especies. Buen ejemplo de ello ha quedado patente en el compromiso de los cazadores españoles, a través de la Federación Española de Caza, para paliar las enfermedades víricas que afectan al conejo de monte (mixomatosis y neumonía hemorrágico vírica) mediante la creación vacuna recombinante ecológica.

La caza actual, en esencia, no ha variado en demasía desde sus orígenes. Modalidades, especies y armas han cambiado, lógicamente, a lo largo de años, centurias y milenios, pero, en definitiva, el concepto sigue siendo el mismo. Por eso, y teniendo en cuenta el gran desarrollo técnico a favor del venador en nuestros días, es necesario propugnar una caza ética y auténtica que se aleje de la tan temida "cinegética a la carta".

La pertenencia de España a la Unión Europea ha enmarcado nuestro deporte en una esfera supranacional dependiente de las decisiones aprobadas en Bruselas. Pero esta nueva realidad no sólo queda reducida a la Red Natura 2000 o a la Directiva "aves", ya que permite acercarnos al resto del colectivo cazador europeo para conocer sus inquietudes y problemas, como es el caso actual de la prohibición en el Reino Unido de la tradicional caza del zorro. Así pues, la caza en nuestro país, con una progresiva recuperación de las especies de menor y una clara expansión de las de mayor, tiene asegurado su futuro si se mantienen las constantes presentes: adecuada gestión y aprovechamiento responsable.

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